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En febrero de 2023, el Estudio de diseño de servicios de PHL estableció el Concejo Asesor Comunitario (CAC) para apoyar el desarrollo del proyecto Herramientas de participación comunitaria equitativa (Herramientas de participación). El CAC fue fundado por el Fondo de transformación de las operaciones y lo administra la Oficina del Director Administrativo (CAO) de la Ciudad de Filadelfia y el Fondo de la Ciudad de Filadelfia.

Es una serie de tres partes, donde compartimos detalles sobre los objetivos del Concejo Asesor Comunitario (CAC), cómo se creó el Concejo, cómo es el proceso de colaboración y qué aprendimos juntos.

Esta es la segunda historia de la serie. El objetivo de la serie es brindar una guía práctica y consejos para su participación. También esperamos que lo inspire a conectar con otros miembros de su comunidad de maneras más profundas y significativas.

 

Cómo trabajamos juntos

“Nunca he sido parte de un grupo que comparta sus experiencias de vida, porque [en general] estas experiencias de lo vivido suelen ser secundarias. Y, bueno, uno puede poner su impronta, quien uno es. Me encanta que la fuente de este trabajo sean las experiencias vividas”.
– Meliza Reynoso

 

El Concejo Asesor Comunitario (CAC) se reunió cada dos semanas desde febrero a junio de 2023 para revisar y editar la guía en la sección Inclusión radical de las Herramientas. En las semanas donde no se reunía el Concejo, los asesores revisaban y modificaban la guía de forma asincrónica con sus experiencias vividas.

Para iniciar el Concejo, los facilitadores desarrollaron un plan inicial que presentaba una propuesta de cómo trabajar juntos. El plan funcionó como un boceto que los asesores podían seguir y registrar. En el plan inicial, los asesores debían elegir grupos de trabajo (por ejemplo, equidad racial, acceso al idioma, acceso de discapacidad, y acceso digital) relacionados con sus experiencias de vida e intereses específicos. Los distintos grupos luego se reunirían para trabajar juntos en sus respectivas guías. Los facilitadores inicialmente creyeron que esto motivaría que surjan conversaciones más profundas y más centradas en el tema a revisar en cada guía de Inclusión radical.

Sin embargo, en la primera reunión, los asesores sugirieron otras opciones. Para la sorpresa de los facilitadores, los asesores querían revisar la guía como un grupo completo. Los asesores indicaron que el plan original resaltaba un problema que suelen tener las comunidades cuando trabajan con la Ciudad: se divide a las personas en secciones para conocer dónde se cruzan las experiencias de cada persona. Los asesores explicaron que sus experiencias y perspectivas no podían encerrarse en una sola categoría. Todos querían compartir con todos y aprender de todos..

Después de recibir estos comentarios, los facilitadores hicieron los siguientes cambios:

  • Revisaron los tiempos e hicieron un plan para priorizar que todos estén juntos. En lugar de reunirse por semana en cuatro grupos separados, se hicieron reuniones cada dos semanas (lunes a la noche y martes a la tarde) para que funcione con los horarios escolares y laborales de todos.
  • Para garantizar que todos estén alineados como grupo, se grabaron las sesiones con el consentimiento de todos los presentes. Se compartieron las notas y el material de lectura en documentos colaborativos. Y se guardaron todos los materiales de sesión en una carpeta que se compartió de forma digital, así todos podían trabajar de manera asincrónica.
  • Y para apoyar las necesidades y preferencias de los asesores, los facilitadores recibieron solicitudes individuales como programar llamadas adicionales entre reuniones y enviar documentos individuales cuando se lo pedían.

 

Colaborar para establecer acuerdos comunitarios
Para crear o ayudar a establecer relaciones de trabajo útiles, el grupo armó acuerdos comunitarios. Los acuerdos descritos a continuación ayudaron a garantizar que cada miembro se sintiera comprendido, reafirmado y valorado en sus interacciones.

  • Respeto mutuo e inclusión: Respete a los demás participantes en cuanto a sus pronombres, nombres de preferencia y necesidades de acceso.
    • Tómese un tiempo para escuchar y comprender las necesidades de las personas. Aprenda a incorporar las preferencias de los demás, en lugar de forzar a que otros deban defender un tratamiento justo.
    • Diga su nombre antes de hablar y considere cuando alguien tiene la mano levantada.
    • Sea abierto y considerado con las necesidades de los demás. Cuando tenga una duda ¡pregunte!
    • Para crear un espacio acogedor para todos, incluidos miembros de la comunidad con discapacidades, trate de conocer el lenguaje relacionado con el capacitismo que debería evitar. Lea esta guía útil.
  • Celebrar las diferencias y las experiencias compartidas: Tómese un momento para aprender las experiencias y la sabiduría de los demás. Respete que todos son expertos en su propia experiencia y recuerde que nuestro objetivo es encontrar un punto en común.
  • No hacer suposiciones, excepto con buenas intenciones: Como humanos, está en nuestra naturaleza cometer errores. Tratemos de alentarnos, de asumir que tenemos buenas intenciones y trabajar para hablar desde nuestras propias experiencias y no en nombre de otras personas.
    • Hable desde el “yo” y no desde el “nosotros”.
    • Evite hacer declaraciones generalizadas o hablar en nombre de otras personas.
  • Tomar la delantera, dar lugar a los demás: Sea considerado de cuánto tiempo ocupa para compartir sus experiencias. Haga una pausa y permita que otras personas más silenciosas compartan sus pensamientos y hablen en los debates grupales.
  • Accesibilidad y comprensión compartida: Garantice que todos puedan tener acceso a lo que sea que se comparta.
    • Evite jerga o esté preparado para explicar palabras, frases o ideas para garantizar que todos comprendan lo que se debata.
    • Comunique el proceso, los pedidos o las necesidades personales con claridad, para lograr que todos tengan las mismas expectativas al trabajar juntos.
  • Consentimiento: Para nosotros el consentimiento es una práctica continua de respeto por la sabiduría que comparten los demás y del derecho a tomar decisiones por nosotros mismos.
    • Todo lo que se comparta dentro del espacio del CAC debe ser confidencial, a no ser que se preste consentimiento explícito.
  • Escucha y participación activa: Escuche y participe de forma activa y respetuosa en cada sesión. Responda a los demás con atención y reconozca de forma respetuosa lo compartido.
    • Considere validar o repetir lo compartido en sus propias palabras para garantizar que todos hayan comprendido.
    • Comparta los documentos editados antes de considerarlos como finales. Nota: Haremos esto con las guías que haya revisado.
  • Esté presente para los demás: Comparta de forma personal y colectiva todas las oportunidades de mejora y demuestre intención de cambiar durante el proceso de aprendizaje. Podemos practicar esto de la siguiente manera:
    • Charle luego con algún compañero para brindar palabras de aliento o apoyo.
    • Haga comentarios constructivos cuando se le pida. Cuando haga estos comentarios, céntrese en los objetivos de la persona con la que dialoga, no en motivaciones propias.
    • Trate de cuidar de los demás y no intente superar a nadie.
  • Cuidado mutuo: Cuide de usted mismo y de los demás, pregunte si alguien necesita ayuda y brinde apoyo cuando pueda. Sea responsable con los demás e indique con claridad y honestidad las capacidades y necesidades de comunicación. Evite hacer suposiciones, haga sus consultas con tiempo y asegúrese que todos están alineados y presten consentimiento.

Cada sesión de trabajo comenzó con la lectura de 2 o 3 acuerdos en los que se hará hincapié durante la reunión. Hacer esto de forma constante ayudó a garantizar que todos recuerden ser amables y pacientes con los demás. Ayudó a que todos estén dispuestos a escuchar y aprender de los demás, lo que se alinea con la idea inicial de los asesores de revisar el contenido como un grupo unificado.

 

Conclusiones clave del proceso de colaboración
Las siguientes son conclusiones clave a tener en cuenta por los facilitadores en el futuro, además de reflexiones de los asesores:

  • Priorizar el aprendizaje y la vulnerabilidad. Se reunió a los asesores para que tomen decisiones en equipo sobre cómo mejorar las guías de Inclusión radical. El contenido de cada guía abordaba distintos temas personales y complejos. Compartir los acuerdos comunitarios ayudó a crear espacios para una escucha e intercambio significativos.

“Disfruté de las sesiones porque nos permitieron aportar a todos y debatir temas a conciencia a medida que surgían”.
– Tyrell Brown

 

“Incorporé la perspectiva de otras personas. Me ayudó a abrirme y aprender y escuchar cosas nuevas”.
– Brenda Mosley

 

“Es lindo saber que las experiencias, pensamientos, palabras, ideas y perspectiva de uno son valorados de forma que se pueden o no materializar. Este es un buen modelo”.
– Shimaa Eid

 

  • Los facilitadores deben tener un equilibrio entre ser flexibles y apegarse al plan. El trabajo de los facilitadores es un arte y una ciencia. Requiere tener un plan específico que seguir para asegurarse de tener el tiempo necesario para dar lugar a las conversaciones e interacciones. También requiere que las personas tengan la confianza necesaria para asociarse y guiar los debates en la misma dirección.

“El moderador debe ser rígido y mantener el ritmo. Las experiencias de todos son válidas, pero la reunión es de dos horas. A todos nos apasiona el cambio, pero eso puede hacer que nos olvidemos del tiempo. Los moderadores de este Concejo fueron un ejemplo a la hora de hacer esto. Hicieron que todos se sientan escuchados, al mismo tiempo que mantenían al grupo con un ritmo constante en la tarea indicada”.
– Vicki Landers

 

“Nuestras facilitadoras, Andrea y Danita, fueron un ejemplo claro del estilo de liderazgo colaborativo. No solo trabajaron muy bien juntas, sino que también son talentosas y habilidosas, profesionales en todo sentido. Son mujeres fenomenales que se preocupan desinteresadamente por el bienestar del grupo. Son benevolentes, compasivas y atentas, flexibles, pacientes y siempre reafirman a los demás. Nos brindaron instrucciones detalladas e inspiradoras, hicieron preguntas que invitaban al debate y luego nos daban libertad. Este estilo de liderazgo nos permitió abrirnos, sentirnos seguros y recibir apoyo suficiente para nuestras contribuciones en este proyecto incomparable. Estas líderes pudieron hacer lo que muy pocos líderes logran y, en mi experiencia, nos han inspirado con compasión y desinterés.

Esta fue una experiencia tan linda y única para mi, por eso me convencí que tenían que tener un equipo fuerte que trabaja con ellas, un base sólida que al mismo tiempo las guiaban y alentaban. He aprendido que los grandes líderes suelen tener grandes líderes también que les sirven de inspiración. Tuve el placer de conocer brevemente a algunos de esos líderes “detrás de escena” (Anthony Procik, Liana Dragoman y otros) y todos fueron como lo esperaba: inspiradores, compasivos y habilidosos.

Para resumir mi opinión sobre nuestras facilitadoras, Andrea y Danita, y todo el equipo de Estudio de diseño de servicio de PHL, me gustaría compartir una cita de uno de mis filósofos favoritos:
‘Un líder es mejor cuando la gente casi no sabe que existe. Cuando su trabajo está hecho, lo único que dicen es: ‘Lo hicimos nosotros mismos’’’ – Lao Tzu
– Jazmin Banks

 

Esperamos que esta información y conclusiones le sean útiles. Si tiene preguntas o comentarios específicos sobre el proceso de colaboración del CAC, envíenos un correo electrónico a engagement.toolkit@phila.gov.

Además, lo alentamos a consultar las guías relacionadas con continuación. Brindan una guía más específica y otras recomendaciones que pueden ayudar con la gestión de la participación. Esté atento a la próxima y última historia de esta serie que destacará lo aprendido por los miembros del CAC y lo que vivieron juntos.